Memorias de Cinta Cid Arasa

 

1921-La infancia

Nací el año 1921, pasé una infancia muy feliz. Iba a la escuela, donde aprendí las cuatro reglas y las provincias de España de un libro que se llamaba "Urbanidad". Recuerdo que los jueves nos hacían Rezar, y cuando salía de la escuela iba a jugar con mis amigas hasta que se hacía de noche en " la pista" que entonces se llamaba "la causada".



1936 - La guerra civil

Después cuando tenía 15 años estalló la guerra y ya no fue tan fácil, se complicaron las cosas, porque por miedo a las bombas que tiraban los soldados de franco. Como buscaban los campos de la aviación y aquí había uno, que ahora ha desaparecido y se ha convertido todo en fabricas de muebles.


En esos momentos mucha gente por miedo a las bombas dejaron las casas del pueblo y fueron a vivir al campo.Mis padres y otro matrimonio, yo y una amiga, nos quedamos en una casita que había en la finca que se llamaba "coll avall".



Allí pasamos unos meses para librarnos de las bombas. La madre de mi amiga le dijo a mi madre: te dejó mi hija para que me la salves ya que tengo la otra hija desgraciada y no puedo salir de casa con ella, te la dejo en tus manos.



Así pasaron los días y un día muy señalado que creo que si no me falla la memoria, no se me borrará nunca, un 14 de abril de 1937, cuando entraron las tropas de franco allá a las 6 de la tarde.



1937 - La caballería mora

Nos encontrábamos solas en la caseta de campo, mi padre aún no había venido de trabajar, ya que estaba en otra finca, y fue entonces cuando oímos un sonido de galopar de caballos, subí al tejado de la caseta por ver si veía algo y asi de broma se me ocurrió decir: Esto Debe ser la caballería mora (muy temida en aquella época), lo dije pero no creía que fuera verdad,pero resultó verdad!


Aquella noche habíamos quedado que iríamos a comer al pueblo y mi madre llevaba la cesta con la cena, así que nos dirigimos hacia el pueblo medio escondidas entre los árboles.


Cuando íbamos a casa nos encontramos con unos soldados republicanos que venían del pueblo y mi madre les preguntó que pasaba por el pueblo, y ellos le contestaron: "No vayan al pueblo con estas niñas que están los moros"



1937 - Huida del pueblo

Tuvimos miedo y cambiamos de dirección, y en lugar de ir hacia casa, nos fuimos dirección contraria entre los olivares y cuando llegamos a la carretera nos encontramos con mucha gente que también huía del pueblo por miedo a la guerra.


"Un hombre nos dijo que había visto a mi padre que nos buscaba y esperando nos encontramos con él".


Mi hermana se encontraba en otra caseta en el campo con sus hijos y la suegra, y mi madre nos decía: " Vamos a donde esta tu hermana", pero se nos hizo de noche y no tuvimos más remedio que seguir a la gente, que íbamos caminando sin ruta donde ir,y cuando después de caminar toda la noche, nos encontramos en el puente de Tortosa.




1937 - Tortosa -> El Perelló -> Tarragona -> Barcelona

Creíamos que por la mañana volveríamos a casa, pero fue todo lo contrario, ya que al amanecer del día escuchamos un gran estruendo, y al preguntar qué había pasado nos dijeron que habían volado el puente y no había forma de volver atrás por el momento.


Y allí en tortosa que había un control de soldados haciendo guardia, nos quedamos unas horas descansando. Íbamos mucha gente de la senia, algunos llevaban el mulo y el carro. Estando allí pararon algunos camiones de guerra que invitaron a subir a los más viejos y a los niños, por lo que volvimos a emprender el viaje a pie porque ya no podíamos regresar a casa hasta llegar al control del Perelló.


Allí había unos soldados que comían, era mediodía y nosotros no habíamos probado bocado desde el día anterior. Entonces los soldados nos dieron de lo que comían.


Después pasaron caravanas de camiones y ya pudimos subir toda la gente, unos dirección a Reus y nosotros y más gente hacia Tarragona. La gente que iba con el mulo y el carro tuvieron que abandonarlos en este punto del viaje.


Llegamos a Tarragona, la segunda noche de viaje la pasamos allí en la estación hasta que se hizo de día y la gente fuimos a unos comedores que había para refugiados donde nos dieron de comer y por la tarde subimos a un tren hacia Barcelona.


Llegamos a Barcelona y fuimos en busca de habitaciones para dormir, pero nos encontramos con una manifestación,y del grupo al que íbamos se perdió una mujer y nos desorientamos un poco .



Febrero 1938 - Estancia en Barcelona

Finalmente dormimos en una pensión y por la mañana cada grupo de gente se fue en busca de la familia o los conocidos que tuvieran en Barcelona. A mi madre, mi amiga y yo nos recogió una familia en la zona alta, pero como la comida estaba muy escasas, tuvimos que ir unos días a un comedor para refugiados.


Al cabo de unos días nos encontramos en el comedor con un señor que era de la sénia, y nos dijo que se llamaban de apodo "diego germano", y que estaba en una casa donde había mucha gente de la sénia y de san carlos de la Rapita, que habían habilitado las diferentes alcaldías de los dos pueblos, y que ellos se preocupaban de traer comida diariamente y nadie pasamos unos días hasta que encontramos trabajo.


1938 - Marzo - Mi primer amor

Y fue en esa casa, donde me encontré con mi primer  amor, osea el marido que tengo y que dios me lo guarde muchos años, aunque a veces nos reñimos por cualquier tontería.


Después encontramos trabajo en el campo mi madre y yo, y mi amiga se quedó en el prat en casa de su primo, así es que pasamos 10 meses en Barcelona con muchos apuros porque los aviones siempre venía a bombardear, un día cayó una bomba en la cama que dormíamos mi madre y yo y menos mal que ya no estábamos allí, estábamos trabajando.



Entonces tuvimos miedo de vivir en Barcelona y una de trabajo nos dijo: " yo tengo una casita aquí en Hospitalet, que ahora no vive nadie, es de mi hermana que está en Madrid, os la dejo si prometéis que cuando se termine la guerra la dejareis", a lo que mi madre contestó que nosotras éramos las primeras que deseábamos poder volver a nuestro hogar, que no se preocupara por eso.


Así que compartimos la vivienda con otra compañera de trabajo, y así pasamos los meses trabajando en el campo en el Hospitalet.


En aquellos momentos los que trabajaban en el campo eran muy dichosos porque tenían comida, que había muy poca y así pudimos comer y pasaron 10 meses hasta que las tropas de Franco entraron en Barcelona.



Las tropas de Franco llegan a Barcelona

Entonces si fue peor,más que cuando marchamos de la Senia, porque estábamos en la entrada de Barcelona y todos los proyectiles que tiraban las tropas de Franco caían por allí donde vivimos, así que nos marchamos de las llamas para caer en el fuego, pero menos mal que había un Túnel muy grande y todos los vecinos nos pudimos refugiar en el.


Hasta que al mediodía entraron las tropas y siguieron tirando proyectiles. Siempre me he acordado que estábamos mi madre y yo comiendo un plato de lentejas, y oímos un ruido muy fuerte.


Pasamos toda la tarde la tarde oyendo cómo caían los proyectiles hasta las 10 de la noche que se hizo la calma. Entre la gente que nos refugiamos allí había una señora que tenía unas vacas y que tenían un señor viejo que se las cuidaba, y propuso ir a las cuadras a pasar la noche ya que tenía miedo de que explotaran un depósito de agua y les arrastrara por esta refugiados en un túnel del mismo, además el túnel era muy frío.


Para prevenirnos del impacto de los proyectiles pusimos los colchones de las camas encima de los comederos de las vacas para poder refugiarnos de forma más segura. Pasamos toda la noche sin oír ningún ruido, no se oía a nadie. Sobre las nueve de la mañana salimos del escondite y todo estaba tranquilo, pero al poco rato ya oímos las tropas que se acercaban. Entonces se normalizo un poco todo, y pasamos unos días de tranquilidad sin bombas, todo era diferente a los últimos meses, ya que nos encontramos con gente del pueblo para marcharnos hacia casa con la ilusión de reencontrar a la familia de la que no sabíamos nada desde hace 10 meses, ni ellos de nosotros.



Vuelta a casa

Cuando volvimos, todavía no estaban hechos los puentes pero había de provisionales hechos con barcas coma y por allí pasaron las caravanas de camiones que en nuestro caso nos llevaron hasta Santa Bárbara. 

Por una parte estábamos contentos porque estábamos cerca de casa y por otra nos daba un poco de vergüenza volver al pueblo ahora me explico. 


Resulta que los que íbamos en este grupo: Roe y su mujer Pilar una señora muy vieja de apodo "Galapiera", mi madre y yo. Mientras nos esperábamos a que roé trajera un carro para llegar a la senia, nos encontramos con un señor que venía de la senia coma qué llamábamos lo colero y por curiosidad le preguntamos qué le hacían a la gente que llegaba al pueblo. Este nos dijo con intención de darnos miedo que hacían pasear por todo el pueblo con una bandera y cantando el himno aunque por suerte luego vimos que era broma. Para seguirle la broma dijimos que la bandera debería llevarla la persona mayor así que le tocaría a la viejecita galaPiera.


Lo primero que hicimos al entrar al pueblo fue presentarnos en el cuartel de la Guardia civil entonces en el cuartel nos dijeron que debíamos presentarnos todos los días como si fuéramos delincuentes en libertad condicional o algo así. 


Un día mi madre le preguntó al guardia que hasta cuándo tenían que presentarse todos los días y el guardia le contestó todo furioso aún lo preguntas sin vergüenza!, como si fuéramos unos criminales nos dijeron que sólo lo podíamos solucionar llevando dos avales escritos de dos personas que se responsabilizará de nosotros. Por suerte recibimos soporte de Vittorio Gera y Jaime de la Roda o sea para entenderlo mejor el padre de María Josefina o el abuelo de Santiago. Y así terminó la obligación de presentarnos cada día en el cuartel y continuamos la vida normal como antes de la guerra.


 Entonces al cabo de dos meses a mi amigo que ahora es mi marido y a los demás trabajadores del muelle de Barcelona se los llevaron a Francia y cuando regresó no los presentó a sus padres que subieron con un carro y un caballo y entonces cortejamos siete años. 


Él subía con la bici porque en aquellos tiempos no había tantos coches como ahora. 


Y llegó la boda

Después llegamos a casarnos y los invitados para subir al casamiento tuvieron que utilizar un camión. En aquel tiempo hicimos una boda bastante bien porque no se podía hacer mucho, pero con el arroz que subió mi marido fuimos a una masía que era del abuelo de Juan José Bonet y allí mismo nos cambiaron el arroz por azúcar para hacer pastissets y también fuimos a Rosell al comprar un cabrito porque allí era más barato, y el restaurante en casa la morena nos dejó espacio para poder preparar la paella y la carne a la brasa. Pasamos un día muy feliz después fuimos a tomar el café al club moderno.


Fue una boda bastante buena pero el dinero del viaje de la boda preferimos guardarlo y quedarnos en casa. Después ya llegó a los veinticinco años de casados o sea las bodas de plata pero no las celebramos porque aún la vida estaba muy justa, pero ahora ya han llegado las de oro y ha sido todo muy diferente porque la he podido celebrar con mi sobrinos y ya que con mi hermana en paz descanse coma no la he podido estar pero tuve un día muy feliz de celebración con los hermanos de mi marido y cuñado y mis sobrinos nos hicieron regalos y estuvo de muy buen gusto. Después a los cincuenta y dos años de casados fuimos a las bodas de oro que nos pagó el señor Jordi Pujol en un hotel de Lloret de Mar llamado Hotel Park Olympic. Fue una maravilla los monitores lo vieron que nos trataban para acompañarnos a los sitios y llevarnos a visitar cosas. 


Gerona me gustó mucho lo mismo que Lloret también le doy las gracias a mi nieto que me dijo ya voy a coger la máquina y puedes hacer fotos yo no quiero peor que nunca había tenido una en las manos pero me indicó cómo lo tenía que hacer y ahora veo que es una cosa muy bonita, aparte de lo que nos hizo el señor Jordi Pujol es un recuerdo muy bonito para el final de mi vida. 


1998 - Paz para todos 

Ya tengo la vida hecha, espero que Dios nos dé salud tranquilidad y paz en la vida a todos y que los que quedarán detrás de mi que no conozca ninguna guerra, porque los jóvenes no saben lo que es pasar hambre y bombardeos y espero que estos hombres que están en el mundo que puedan entenderse y lo puedan arreglar para que el mundo pueda vivir en paz. 


15-12-1998


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